Neri Vargas Villalobos es ampliamente conocida como la Madre de Montezuma. A sus 91 años, su hermosa vida de matrimonio, crianza y sanación es una inspiración para todos nosotros.
Originaria de Zarcero, un pequeño pueblo cercano a San José, Neri aterrizó con sus padres en la playa de Montezuma una tarde de 1943, cuando solo tenía 13 años. Según relata, fue un maravilloso viaje de 4 horas desde Puntarenas hasta una playa con mucho encanto, enmarcada por una sólida montaña de exuberante vegetación.
El pueblo era diminuto. Solo había una “sodita”. Debido a la escasez de puestos de trabajo, la economía se empobreció. La única forma de llegar a Delicias o Cóbano era a caballo. Estas fueron las áreas de ganadería y producción de banano.
Doña Neri se casó con Juan José Delgado Lobo, a la edad de 19 años, y dio a luz a 12 hijos sola en su casa. Su casa, ubicada frente a la playa donde hoy está la parada del autobús, siempre estaba llena de niños y risas, y ella siempre tenía las puertas abiertas para quienes necesitaban un plato de comida o estaban en la miseria.
Doña Neri atesoraba y profundizaba la sabiduría de su madre sobre la medicina natural, y sus ungüentos e infusiones de plantas medicinales aliviaron a todos los que la consultaron durante muchos años, por lo que la apodaron “Doctora Corazón”, que significa Doctora del Corazón.
Aún hoy, a sus 91 años, sigue sorprendiendo a los vecinos con su vitalidad y buen humor. Sin duda, una persona maravillosa que es parte fundamental de los orígenes de Montezuma.